Quiero contarte el Señor me traer de entre los muertos. Yo estaba en el hospital de tener bebés gemelos. La palabra del Señor dice, (Salmos 127:3) “Lo, los niños son una herencia del Señor y el fruto del vientre es su recompensa.” Mi niña salió primero, pero el muchacho ’ t salen hasta dos horas o así más tarde. Mi marido, un ministro, estaba en la habitación conmigo y me dijo mis ojos se deshacen en mi cabeza y salí de aquí. Mi esposo llamó a nuestro Pastor y dijo que había dejado de respirar. Mi Pastor lo hizo en el hospital en unos cinco minutos. Dijeron que había sobre 30 médicos en la sala intentando resucitarme. Parecía sin esperanza. Mi Pastor y mi esposo puso las manos sobre mí y rezaron la oración de fe.

Había muerto y me fui al paraíso. Fui a un hermoso lugar donde la hierba era tan verde. En esta tierra no hay comparación a ese lugar. Al final de la hierba había un Golfo. Cuando miré el Golfo que parecía humo pero no era ’ humo regular t. Eran como nubes oscuras subiendo. No había ningún temor de eso Golfo de. Los que por allí no podía ’ t venir a donde estaba ya no podía ’ t ir allí. No hay miedo ni dolor al morir.

Cuando me miré era joven otra vez. Yo había hecho al paraíso! Entonces oí lo que sonaba como mi Pastor llamando mi nombre y fui a ver lo que quería y volvió a la vida. Mis bebés gemelos nacieron sanos. Yo soy un testimonio vivo de Dios ’ s Divina energía y sé que Dios ’ palabra s es cierto. Si podemos vivir aquí o morir, tenemos todo por ganar y nada que perder.

Enviado por mi hermana en Cristo
Ediciones menores por las mujeres sin mancha